¿Cómo afrontar la viudedad? Te damos algunas claves

Manuel GarManuel G | 06 Julio 2022

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Vivir con la ausencia de la persona con la que has elegido pasar el resto de tu vida no es fácil. Enfrentarse a la soledad tras años de convivencia puede parecer aterrador, al fin y al cabo, la persona con la que compartías tu vida, experiencias, emociones e incluso funciones ya no está a tu lado.

El miedo que rodea la idea de perder a la persona amada radica en el hecho de que "estar solo" es un temor del ser humano en general, porque, fundamentalmente, no está hecho para contemplar esta situación. Perder a alguien con quien se han creado fuertes vínculos afectivos es experimentar algo radicalmente humano: las dimensiones interiores del dolor, la fragilidad, la dependencia, la pérdida, el sufrimiento.

La comprensión de este nuevo momento de la vida varía de una persona a otra y es necesario aprender a experimentar el duelo para adaptarse. Entonces, ¿cómo es posible vivir esta nueva realidad, lidiando ahora con la viudez? Además del tiempo que cada uno necesita, las dificultades tienen sus propias particularidades para los que enviudan a una edad temprana y para los que pierden a su pareja al final de la vida.

Viudez temprana x Viudez tardía

Al tratarse de una situación "menos natural", la viudez precoz puede ser un shock para quienes se han casado recientemente y tienen, tal vez, hijos pequeños, adolescentes o jóvenes. Es común que esta muerte sea sentida como algo brutal, con la sensación de que la otra persona ha sido arrancada de nuestras vidas.

Cuando una persona enviuda prematuramente, además de vivir el duelo, tendrá que preocuparse por cuestiones muy prácticas, como la crianza de los hijos, el mantenimiento y la organización de la vida, además de su salud física y mental. Estar en esta situación durante la juventud o incluso la edad adulta implica unas preocupaciones muy determinadas sobre lo inmediato.

Por otro lado, en la viudez tardía hay que despedirse de alguien con quien se ha compartido toda la vida. Mientras que en la viudez temprana la persona busca soluciones para criar a los hijos sola, en la vejez los hijos ya están criados, ya tienen sus propias familias y, por tanto, el sentimiento de soledad puede ser mayor.

Pero a pesar de las peculiaridades que conlleva cada historia, hay una similitud principal: ambos sienten el sufrimiento y la soledad por la desaparición de la persona con la que se han vivido y compartido emociones, vida y experiencias durante mucho tiempo.

Volver a la rutina

Después de experimentar el duelo y comprender los desafíos que esta nueva realidad traerá consigo, hay que enfrentarse de nuevo a la vida y volver a encajar en ella. No es necesario olvidar a la persona. Al contrario, los recuerdos, los aprendizajes e incluso los sueños compartidos pueden seguir vivos, aunque ya no exista la presencia física del ser querido. Al mismo tiempo, sin dejar nunca de respetarse a sí mismo, es importante reanudar la rutina gradualmente, buscando apoyo siempre que sea necesario en los amigos, la familia, la comunidad religiosa (en caso de pertenecer a una), los grupos de ayuda mutua o los profesionales de la salud.

La familia también juega un papel fundamental en este momento, pues es en ella donde la persona viuda encontrará su principal apoyo. Y, a menudo, lo que la persona en duelo necesita es sentirse amada, a través de pequeños gestos y disposiciones de estar presente. Ayudar en las tareas domésticas y en la organización económica es una función que pueden desempeñar, por ejemplo, los miembros de la familia.

Pero, por supuesto, a muchos les resultará fácil expresar este amor con palabras. E incluso separados por kilómetros de distancia, es posible estar presente a través de las redes sociales.  Sin embargo, es frecuente que, en el momento de intentar apoyar a la persona que ha enviudado, la familia no escoja bien sus palabras: No se deben hacer comentarios sobre "encontrar una nueva pareja", ya que pueden dar la impresión de que el cónyuge que ha fallecido puede ser sustituido fácilmente por otra persona.

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