Una unión que promete muchos momentos felices ya desde el comienzo de la relación.
El hombre Tauro se derrite literalmente con esta mujer tan inteligente y reservada. Inmediatamente se siente atraído por su autenticidad y sobre todo por su agudeza mental. La sensualidad inacabable de la mujer Virgo junto con su timidez, le excitan al máximo. Ella tiene todos los recursos para hacerlo caer bajos sus pies.
La mujer Virgo tiende a querer controlarlo todo, a tener todo bajo control siempre y esto es bastante positivo para que la relación funcione.
Desde las primeras miradas, la mujer Virgo también cae rendida ante este hombre sensual, que tiene siempre las palabras adecuadas para tranquilizarla en sus ansiedades. Cuando están juntos, se lo pasan genial y es que el hombre Tauro sabe muy bien cómo disfrutar de la vida y de sus placeres, y es capaz de arrastrar a sus parejas a que disfruten con él.
La mujer Virgo también aprecia mucho la forma en la que el Tauro entiende la vida en común. Le tranquiliza saber que este hombre sólido y sensible sueña con crear un hogar porque necesita sobre todo una vida organizada y estable, donde también pueda crecer en su faceta profesional. No quiere vivir una vida llena de historias ni aventuras que le distraiga de lo importante.
Pronto empezarán a realizar proyectos en común y a planear su futuro juntos. Lo necesitan para vivir en total armonía.
Como pareja, vivirán un amor sereno, alejados de pasiones devoradoras que destruyen tantas parejas en la actualidad. Ambos aprecian la comodidad de la vida con cierta monotonía, de una vida para dos, protegidos de una vida social demasiado intensa que muchas veces sólo trae problemas.
Sin embargo, tienen que evitar aislarse demasiado de la sociedad porque esto podría traer algunos problemas y la relación podría sufrir a largo plazo. No solo ellos sino también su familia. Ambos deberán buscar otras parejas o amistades en los que sigan sintiendo que son parte de la sociedad y donde no desarrollen comportamientos antisociales.
La mujer Virgo se verá realizada con este hombre que le aporta la seguridad que ella tanto anhela, siempre y cuando ella acepte pertenecerle en cuerpo y alma, sin obstáculos. El hombre Tauro es un poco posesivo y celoso. Le resultaría muy difícil tolerar que su pareja pudiera experimentar emociones sensuales o incluso puramente intelectuales fuera de su relación.
Pero hay otro problema que suele surgir en esta relación. La mujer Virgo es una gran soñadora, algo que podría llegar a molestar al hombre Tauro, que siempre tiene los pies en la tierra, y a la larga, podría llegar a aburrirse de tan poca madurez. No entiende como alguien puede tener tan poco apego por la realidad. A ella le corresponderá ser un poco más flexible y a él saber traerla de nuevo a la Tierra, siempre evitando que ella se sienta estúpida por seguir teniendo sueños, aunque a veces sean imposibles de cumplir.
Si consiguen solventar estas pequeñas diferencias, vivirán la vida que quieren, una vida llena de estabilidad, centrados en las cosas importantes de la vida.
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