No se puede negar que mantener una relación sana y armoniosa requiere trabajo. Habrá muchos momentos de alegría, pero también fases turbulentas que, por desgracia, no son agradables. En estos momentos, es posible que te plantees la posibilidad de romper con tu pareja o de tomarte un descanso en la relación. A continuación, analizamos 3 señales que indican que tu pareja y tú necesitáis daros un tiempo.
¿Necesitas tomarte un descanso en tu relación? Presta atención a estas 3 señales...
Crisis en la relación
Un paso muy importante, cuando llegan esos momentos de dificultad, es entender que no se trata de un estado saludable para la relación. Dependiendo de la situación, a veces es preciso preguntarse si puede continuar o si es mejor romper y que cada uno siga su camino.
En general, la gente sabe que la inconstancia no es algo bueno. En otras palabras, no saber cómo estará la pareja al día siguiente o a la semana siguiente es un problema bastante incómodo. Y aunque llegues a adivinarlo, a través de tu sexto sentido, esta inconstancia puede activar una señal de alarma. En cualquier caso, hay que ser consciente de que esto no es saludable.
Cuando estalla una pelea tras otra, lo mejor es que la pareja se separe y cada uno reflexione sobre la relación. Si no es posible pensar en un futuro juntos, tal vez no sea una buena idea seguir adelante. Al fin y al cabo, si ahora hay frustración, más adelante las cosas podrían empeorar.
¿Por qué es necesario hacer una pausa?
Romper una relación no es fácil, especialmente cuando se está muy enamorado. Muchas veces, la gente ni siquiera quiere pelearse, pero acaba ocurriendo de todos modos. Tal vez el problema sea el estrés por el que pasan uno o los dos miembros de la pareja, o tal vez haya otra razón, como los celos excesivos.
En todo caso, las peleas no son saludables y permanecer en una relación conflictiva es bastante tóxico. Sobre todo, si uno de los dos se esfuerza para estabilizar la relación y el otro no.
Además, es frecuente que haya apego entre los dos, por lo que la separación, aunque sea temporal, se convierte en una tarea casi imposible. Al fin y al cabo, el miedo a perder a la otra persona se impone de forma natural.
Pero algo que hay que tener en cuenta, en cualquier situación, es que si la relación es tan importante para los implicados y si, sobre todo, hay amor y pasión, no hay que tener miedo. Al fin y al cabo, no es lo mismo tomarse un descanso que finalizar una relación. El tiempo permitirá a la pareja descubrir si realmente quieren seguir juntos o no.
Si ambos desean mejorar la relación, necesitarán tiempo para averiguar lo que puede estar afectando a la relación. En caso de que uno de los dos esté pasando por una situación complicada, es el momento de salir de ella. De este modo, será más fácil resolver los problemas de pareja.
Además, tomarse un respiro a veces ayuda a todos a verse como individuos. En otras palabras, también es un momento para que cada uno redescubra su identidad y, sobre todo, para que aumente su autoestima. Por eso, si necesitas tomarte un descanso en tu relación, hazlo.
¿Amor o zona de confort?
Es importante evaluar, además, si la unión sigue siendo por amor o porque se ha vuelto cómoda para ambos. En este sentido, algunas parejas, a pesar de no ser ya felices, están juntas por miedo a enfrentarse solas a una nueva realidad.
Por lo tanto, cuando permaneces en una relación por no dar un paso hacia adelante, porque llevas tiempo en la relación y deshacerla ahora es como empezar de cero o porque terminar una relación te resulta estresante, por mucho que ya no tenga sentido, quiere decir que estás ahí por mera comodidad. Y, por supuesto, no es bueno para ninguno de los dos.
Siempre habrá momentos en los que tengas que tomar decisiones importantes, tanto para ti como para tu pareja, pero no es agradable hacerlo cuando la relación no fluye como antes. La sensación, muchas veces, es incluso de malestar.
Por lo tanto, si, a pesar de estar saliendo con alguien, sigues sintiéndote solo, tal vez necesites tomarte un descanso o, incluso, romper la relación. Al fin y al cabo, las citas deben ser agradables y positivas para ambos. De lo contrario, se convierte en una carga.
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